«Get back” es un tesoro que ostenta la plataforma de Disney+. Aquí algunos de los mejores momentos del documental de los eternos Beatles.

Finalmente se estrenó el documental “Get Back”, de Peter Jackson, que desanda prácticamente como un reality, el último mes y posteriormente, el final de la banda The Beatles.

Son episodios en los que abundan los detalles sobre la presión del grupo por componer un disco en dos semanas, las tensiones entre los propios integrantes, el apetito por aires nuevos, y que ya no son los mismos niños que arrancaron en The Cavern.

La crónica de su separación quedó detallada al milímetro durante la filmación de “Get Back”.

Los Fab Four estaban en simultáneo, grabando una película casi documental, un disco nuevo que a su vez iba a ser presentado en vivo, con público. Mientras algunos integrantes buscan refundarse, otros persiguen algo nuevo. Mucha presión. Mucha magia. La terraza. Y el final.

Parte de este material aparecería tras la disolución del grupo, en 1970, con el melancólico nombre de “Let It Be”. En el documental se aprecia el momento de la grabación y tomas de las canciones convertidas en himnos.

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La mirada de Peter Jackson

El reconocido director Peter Jackson, admirado y premiado por la trilogía de “El Señor de los Anillos”, fue autorizado a revisar las más de 60 horas de video inédito que registró por entonces el cineasta Michael Lindsay-Hogg.

Como dijimos, un verdadero tesoro, que se ve ampliado con gran cantidad de horas de audio que también quedaron registradas. Algunas con micrófonos ocultos donde The Beatles creían que no eran escuchados.

El documental de Jackson, que se puede ver en Disney+, muestra a cuatro artistas que por momentos viven crisis muy profundas, personales y creativas, pero que la música los aúna. Como dijimos, hay magia, con más de seis horas de escenas nunca vistas.

Alerta spoiler

Los mejores momentos de “Get Back”

Marcaremos solo algunos. Pero hay muchos instantes en los que incluso hablan las miradas.

George Harrison renuncia a The Beatles en pleno rodaje

Claramente Paul y John son algo así como “los dueños” de la banda. Hoy están más maduros todos y el proceso de composición, que supo ser participativo, ahora no lo es. En esa tensión, el más perjudicado era George Harrison, que debía soportar los desplantes de McCartney para con sus canciones y arreglos y más que nada, sus modos. En el primer capítulo esta bomba explota y George no aguanta más: deja su guitarra y dice “me voy de la banda”. Lennon le pregunta “¿Cuándo?” y Harrison le responde: “¡Ahora!”.

La magia de Paul componiendo

Paul está enojado porque llegó a horario a ensayo y John, como casi siempre, no. Enojado murmura que habría de despedirlo. Pero toma su bajo Hofner y se pone a tocar

reiteradamente la nota La de su instrumento. George y Ringo lo contemplan entre bostezos. En un momento cambia a Re, y la melodía aparece entera. Paul acaba de componer el hit “Get Back” en minutos. Todo esto se ve en pantalla y vale oro.

Paul McCartney no aguanta más

Tras la partida de Harrison, Paul manifiesta que está harto de que los demás lo vean como el jefe o el malo, por tratar de imponer orden. El sabe también que la salida de George ha sido su culpa. En un momento sugiere hacer un show de TV con música de los Beatles y una especie de informativo en el que la última noticia que se lea sea la disolución del grupo. Una bomba. Ringo no sabe qué pensar. Silencio. Tensión. Y la cámara capta durante algunos segundos cómo los ojos de McCartney se empiezan a humedecer.

Hay más momentos, como cuando deciden tocar en la terraza o como cuando sin saberlo John y Paul hablan en la cocina sobre la renuncia de George pensando que nadie escucha y hay un micrófono oculto en un florero. O cuando llega y se convierte en el quinto Beatle el genial Billy Preston.

Incluso, siempre presente veremos a Yoko Ono, quien ha sido sindicada desde hace medio siglo cómo la causante de separar a The Beatles. En un momento Paul habla sobre Yoko y dice “ella es estupenda. Me cae muy bien. Los tórtolos quieren estar juntos”. Pero luego parece confirmar que su presencia es incomoda y plantea “No puedo ir diciéndole a John: sé sensato, no la traigas a las reuniones”. Lo genial es el final del diálogo donde Paul lanza una frase casi profética. “Este asunto resultará increíblemente cómico dentro de 50 años. Dirán “se separaron porque Yoko se sentaba en un amplificador”.