La pandemia lo trastocó todo y debemos aprender a vivir con ella. Aquí unos sanos consejos para mantenernos centrados y en equilibrio.

El mundo lleva un año inmerso en una situación desconocida en la que, recluidos en nuestras casas, hemos tenido que limitarnos, cuidarnos y adaptarnos. Pero no es fácil.

Para evitar situaciones de estrés y ansiedad, es recomendable dedicar tiempo a desconectarnos, más que nada, de la sobreinformación sobre el coronavirus que hay en los medios y las redes.

Debemos generar nuestro espacio de respiración profunda, para cargar energías, focalizarnos en lo importante y más que nada, no estallar.

Hacer ejercicio para estar en forma, comer sano o dedicar tiempo a actividades de ocio son consejos que debemos seguir.

Dicen que el ser humano tiene una gran capacidad de adaptación y eso le permite hacer frente a las adversidades.

Pero esta situación es totalmente excepcional y nos obliga a manejar de la mejor manera posible, cuarentenas, aislamientos y distanciamientos.

Es normal que estemos un poco perdidos o angustiados, por eso acercamos algunos consejos para aprender a llevar la pandemia de una manera sana y equilibrada.

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Evitemos el sedentarismo

Hay que sacarse de encima la pereza y hay que moverse. Es importante mantenernos activos para evitar el sedentarismo, creando una rutina de ejercicio diario, que además, nos ayuda a mantener una sensación de normalidad y a proteger nuestra salud mental.

En internet, desde nuestra Tablet o Smartphone e incluso de manera familiar en el SmartTV, podemos encontrar un gran número de ejercicios para hacer rutinas variadas, como aeróbic, zumba, pilates o yoga. Si nos hace bien, podemos subir a nuestras redes nuestros logros y actividades. Esto nos cargará de buena vibra y nos obligará a seguir activos.

Comer bien

Seguramente, antes de la pandemia, comíamos a las apuradas u omitíamos comidas. Estos tiempos nos permiten concentrarnos en una alimentación más ordenada y saludable. Aprovechar del confinamiento, además de sacar al chef que llevamos dentro, para poder practicar lo denominado ‘mindful eating’ o alimentación consciente, es decir, disfrutar de la comida sin prisa, saboreando cada bocado de manera tranquila.

Podemos retomar las recetas olvidadas de nuestra familia o innovar y llevar a la cocina sabores de todo el mundo, creando menús que nos hagan viajar sin salir de casa: aprovechemos el pescado para hacer un ceviche, la palta para hacer unos nachos con guacamole o un pollo teriyaki con toques propios y que sea un placer.

Mente activa y cultivada

No pongamos nuestro cerebro en pausa. Abramos nuestra cabeza a la cultura. Hoy vía streaming podemos disfrutar del talento de los artistas. Museos, teatros y escenarios han hecho uso de Internet para llevar a nuestras casas sus obras de arte y sus canciones. Es solo cuestión de estar atentos a las redes y los anuncios, con una agenda cultural infinita gracias a la gran variedad de planes artísticos virtuales.

Desconectemos de tanta información

No decimos no saber nada. Planteamos que no nos sobre informemos, ya que nos afecta.

Es comprensible que queramos estar informados de lo que ocurre más allá de las cuatro paredes de nuestro hogar, pero hagámoslo ordenadamente. La sobrecarga de información genera ansiedad. Los expertos proponen elegir una hora determinada del día para ver o leer las noticias. Y solo allí. El resto del tiempo que sea para desconectar y disfrutar. Otra recomendación es usar el teléfono móvil de forma responsable, evitando su uso antes de dormir y no encendiéndolo al despertarse, sino un buen momento después.

Meditación

La meditación es otra actividad muy saludable para nuestra mente y una aliada para reducir el estrés y la ansiedad, aprendiendo a cuidar nuestro interior.

Cuando somos conscientes de que tenemos el poder de controlar nuestra mente, nos damos cuenta de que así podremos conseguir un estado de bienestar emocional que nos ayudará a llevar mejor cualquier situación.

Beneficios de la meditación:

– Reduce el estrés y la ansiedad.

– Mejora la estabilidad emocional

– Facilita y mejora la calidad del sueño.

– Relaja la tensión muscular.

– Mejora la concentración.

– Contribuye a mejorar el estado de ánimo.

– Mejora la memoria y capacidades cognitivas.

– Mejora la capacidad de concentración.

También es importante que tengamos una buena actitud hacia la práctica de la meditación, puesto que los cambios y los beneficios no se notan el primer día, sino que llevan bastantes prácticas. Mantengamos la mente abierta y practiquemos la paciencia.

Escuchar el disco que nos gusta

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que dispusimos de tiempo como para escuchar el disco que nos gusta? Seguramente tenemos nuestras “playlist” en las plataformas digitales. Pero hablamos de poner y escuchar el disco, el ritual completo.

Este hermoso y simple hábito también nos trae beneficios:

– Estimula el estado anímico.

– Mejora la salud cardiovascular.

– Reduce la necesidad de medicación.

– Si nos hace bailar o mover, mejora el rendimiento físico.

– Mejora nuestro sistema inmunológico.

– Ayuda a dormir mejor

Según los especialistas, escuchar nuestra música favorita es una buena influencia para mantener un buen humor todo el día. Nuestra canción favorita puede hacer que nuestro día cambie completamente. La música tiene efectos transformadores en nuestro bienestar físico y mental, por lo que es más que recomendable dedicar al menos unos minutos del día a ello.

Esperamos que estos simples tips sirvan de guía para sentirnos mejor.