Llega la primavera y nos apasiona disfrutar del aire libre. Si pensamos en una escapada debemos ir equipados. Aquí van consejos para elegir la mejor bolsa de dormir.

Puede ser en algún lugar al que viajemos, o en un camping más cercano, o simplemente en el patio de casa. El lugar es lo de menos, lo atractivo es la aventura.

Claro que cuando uno emprende estas ideas, que se capitalizan en buenos momentos, quiere evitar todos los malos tragos posibles.

Si nuestra escapada incluye quedarnos a dormir de manera bien natural, al aire libre, conviviendo con la naturaleza, deberemos equiparnos adecuadamente.

Es por eso que vamos a repasar algunos consejos para elegir la mejor bolsa de dormir, cobijo necesario y básico de cualquier acampe.

La primavera nos ofrece temperaturas más amables y ganas de explorar. Vamos a por ella.

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La mejor bolsa de dormir

Para elegir y adquirir la mejor bolsa de dormir debemos considerar ciertas características y propiedades térmicas, tener en cuenta la época del año en que la utilizaremos y la zona del acampe. Todo influye en una correcta elección.

Las bolsas de dormir son capaces de atrapar y conservar una capa de aire que no circula cerca del cuerpo.

Ya con nosotros en el interior, la bolsa de dormir mantiene caliente ese aire y lo encapsula. Si nos ponemos técnicos, la función de las bolsas de dormir consiste en ralentizar la pérdida de calor del cuerpo.

Características y materiales

Los materiales de fabricación, capacidad térmica y forma, son factores determinantes que debemos tener en cuenta en el momento de elegir un modelo.

Consideremos la portabilidad de la bolsa de dormir, atentos al peso y el volumen, ya que podríamos tener que cargarlas en mochilas si vamos caminando, o en moto o bicicletas.

Las bolsas de dormir pueden venir con relleno térmico natural o sintético. Estas últimas son menos complicadas de mantener y tienen muy buen desempeño y relación precio-calidad. Estos rellenos se encuentran realizados principalmente en fibras de poliéster y ofrecen la posibilidad de que su secado sea fácil y rápido, tienen aceptable aislación del frío y en gran mayoría son antialérgicas.

Todas las bolsas de dormir tienen cierta capacidad térmica que está determinada fundamentalmente por las siguientes características: el espesor de la capa aislante, la calidad de la misma, materiales de confección, algunas cuestiones técnicas y la forma propia de la bolsa de dormir.

Formas de las bolsas de dormir

Debemos saber que aunque nos puede parecer menor, este es un punto que afecta directamente a su comodidad y funcionalidad para dormir.

Los modelos más habituales son más bien rectangulares, convencionales y comúnmente nos brindan mayor libertad de movimientos y comodidad. Un extra es que se pueden abrir y usar como un cobertor doble plaza. Algunos modelos poseen una extensión en la parte de la cabeza, para que permanezca cubierta.

El cuerpo climatiza la bolsa de dormir

Como dijimos, la temperatura se la da el cuerpo. La bolsa controla la fuga. Sabiendo esto identificamos que la temperatura interna de la bolsa de dormir depende en gran parte del metabolismo de cada persona y de su resistencia en general al frío.

Esa especie de “sensación térmica” depende del estado físico general y la alimentación, pero también de las condiciones climáticas externas. La bolsa, de una forma u otra, está expuesta a la temperatura exterior, y por supuesto, también a la humedad.

Naturalmente la afectará lo bien aislado del suelo que se esté.

Y como último consejo antes de comprar, estudiar con detenimiento qué es lo que verdaderamente necesitamos y a qué climas nos expondremos. Luego actuar y adquirir en consecuencia.

Con la primavera, nada nos detiene ante el disfrute del aire libre. Salimos de acampe con la mejor bolsa de dormir.