El pan dulce tiene su historia y secretos. Prepararlo puede ser un gran desafío. Cuánto realmente sabemos del bocado navideño más popular.
Los invitamos a conocer un poco más del divertido origen y algunos consejos sobre cómo preparar el pan dulce para nuestra mesa de Navidad.
El pan dulce tiene origen extranjero. Es una tradición importada de Europa que arraigó en estas tierras y que originalmente fue concebido como lo que llamamos panettone.
Los primeros inmigrantes que llegaron a la Argentina provenientes de Milan, Italia, parece que trajeron estos sabores.
Sobre su origen existen diversas leyendas: la más romántica y aceptada tiene que ver con una historia de amor de fines del siglo XVI, entre un joven señor de alcurnia, Ughetto Atellani de Futi que se enamoró locamente de la hija de un pastelero milanés.
Dispuesto a todo por amor, y viendo que su relación con la plebeya no era bien vista por su familia, el joven se hizo pasar por aprendiz de pastelero bajo el seudónimo de Antonio (Toni), para estar lo más cerca posible de su amada. Dice la leyenda que este muchacho, además de amor, tenía cierto talento, por lo que inventó un pan azucarado, con frutas abrillantadas y un toque cítrico.
Puesto a consideración del público, se llevó todos los aplausos. Como no tenía nombre, se lo llamo el “pane de Toni” que dicho de corrido y apurado, suena a panettone.
Esta leyenda está muy linda pero, dicen los historiadores que en realidad, está probado y documentado que en el Milán del siglo XV, durante la época de Ludovico Sforza, “El Moro”, ya se comía algo similar al pan dulce actual.
Igual nos gusta más la versión romántica.
Vamos a preparar nuestro pan dulce
En este caso haremos un pan dulce con frutos secos porque no nos gustan mucho las frutas abrillantadas.
Este pan dulce con frutos secos, quedará delicioso y esponjoso, como corresponde.
Ingredientes:
Para la primera masa
Levadura fresca 25 gr.
Harina de trigo “000” 40 gr. (de fuerza o todo uso)
Miel 15 gr.
Leche 60 cc.
Para la segunda masa
Primera masa 140 gr.
Harina de trigo “000” 250 gr. (de fuerza o todo uso)
Azúcar 50 gr.
Manteca 50 gr.
Huevos chicos 2.
Frutos secos 100 gr.
Esencia de vainilla 1 cucharada.
Agua de azahar 1 cucharada.
Sal 1 cucharadita.
Rinde para un pan dulce de 750 gr.
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Preparación:
Vamos a preparar la primera masa o pre-fermento. En un recipiente chico colocamos la leche, levadura, harina y miel. Mezclamos bien y dejamos fermentar hasta que duplique su tamaño. Esto ayudará a incorporar mejor la levadura y suavizar en parte el sabor de la misma luego en el pan dulce.
Ahora vamos a la preparación de la segunda masa.
Colocar en un recipiente la harina, azúcar, huevos, esencia de vainilla, agua de azahar, la primera masa ya fermentada completa. Luego la sal.
Incorporamos todos los ingredientes y colocamos la masa en una superficie enharinada. Ahora amasamos hasta formar un bollo parejo.
Es tiempo de estirar la masa, desgarrando muy poco, y agregando la manteca pomada.
Será una masa pegajosa, pero no hay que preocuparse. No debemos agregar más harina, sino seguir amasando hasta que se vuelva elástica y tensa, y que ya no se pegue en nuestras manos. Ese es el punto.
Ya con el bollo parejo, lo dejamos descansar cubierto por unos 30 minutos o hasta que duplique su tamaño.
Cuando llega ese momento, estiramos la masa con un palo de amasar sobre una superficie enharinada. Cuando queda con un espesor de un centímetro y medio, agregamos los frutos secos en el medio, sin llegar a los bordes.
Con esto listo, enrollamos desde un extremo hacia el otro, formando un gran chorizo.
Cortamos la masa en trozos y los vamos colocando intercaladamente en el molde, cubriéndolo todo.
Ahí lo dejamos levar otra vez, hasta que duplique su tamaño.
Una vez que el pan dulce fermentó, y que se asoma por encima del borde del molde, hacemos un corte en forma de cruz en la superficie con una tijera y ponemos a hornear durante 35 minutos a temperatura media, unos 180ºC.
